Estos son imágenes y discursos de nuestra segunda promoción en la Diploma:
Palabras de la Profesora Leonor Mora:
Profesora Fabiola Vethencourt, coordinadora académica de la Facultad de Humanidades y Educación
Profesor Vidal Sáez director, de postgrado de la Facultad de Humanidades y Educación
Profesora Laura Hernández, coordinadora administrativa de postgrado de la Facultad de Humanidades y Educación
Profesora Mireya Lozada, coordinadora del Diploma de perfeccionamiento Participación social y construcción de ciudadanía.
Profesora Karen Cronick.
Participantes del Diploma de perfeccionamiento Participación social y construcción de ciudadanía, promoción 2009-I.
Señoras y señores,
Buenos días
Quiero agradecer la oportunidad que se me ha dado de compartir unas palabras con ustedes, en este día de carácter especial que cierra un ciclo y da apertura a nuevos horizontes. Para nosotros los profesores del Diploma Participación Social y Construcción de Ciudadanía, hoy es un día de gran regocijo. Vemos culminado el esfuerzo de un año de trabajo compartido, con los participantes de la cohorte que hoy recibe el reconocimiento académico de su labor.
De este año debo destacar el esmero y la dedicación de cada uno de ustedes con las actividades académicas, sé que ellas estuvieron reñidas permanentemente con sus ocupaciones laborales, con su acción participativa, también con las circunstancias y eventualidades que les tocaron a sus vidas en un año de complejidad política. Sin embargo, éste ha sido un tiempo de compartir constante, de participar arduamente, de comprometerse con las demandas y prácticas del Diploma, de involucrarse en la discusión teniendo como base ideales ciertos, esos que forman parte de hechuras transformadoras, las mismas que nos retan en muchos instantes de nuestro complicado cotidiano.
Hoy les puedo decir que logro visualizar con satisfacción los cambios experimentados en sus expectativas del primer día de clases, se les ve renovados tras la cristalización de metas y eso, a nosotros, nos llena del orgullo que da el deber cumplido. He sido testigo de la sensibilidad que despertó en ustedes el trabajo con poblaciones carenciadas, excluidas de la dinámica del país, también presencié el compromiso que asumieron con ellos y los retos que se formularon a partir de allí, incluso, hasta llegar a impregnar sus discursos, su ejercicio laboral y su práctica de vida.
Se llevan de nosotros esa semilla que intentamos que enraizara, en adelante, de ustedes depende el cultivo adecuado, el abono constante, también, tras cada cosecha, la nueva siembra desde los lugares donde se encuentren. A nosotros nos dejan una visión de país y de algunos de sus actores sociales, pero además, con sus inquietudes y compromisos desafían nuestra responsabilidad como institución educativa con lo que se hace en “la calle”, más allá de los muros institucionales, también, con la manera cómo se hace. Expresado de otra forma, desde sus prácticas y del intercambio que hemos sostenido juntos han contribuido con nuevos significados a la labor que hacemos, al papel de la academia de estos tiempos, a la naturaleza de la educación que requerimos y al potencial de la universidad.
Desde allí reafirmamos que nuestra pertinencia como universidad hoy, al igual que siempre, enfrenta la prueba de apoyar en la construcción de respuestas para las interrogantes que se formula la sociedad. Renueva día a día el compromiso que tenemos con la formación de agentes sociales que serán responsables de impulsar y sostener cambios de largo alcance.
Ustedes tienen un reto muy importante en la Venezuela de hoy en día, particularmente porque con los términos Participación y Ciudadanía se intenta cubrir cualquier serie de intenciones y, aún, de malas intenciones. Resulta claro que cuando el verbo y los discursos engañosos que niegan la pluralidad, se apoderen finalmente de estas prácticas será el comienzo de otros tiempos que tendremos que enfrentar. Confío que ustedes siempre podrán otorgar un espacio generoso para la reflexión crítica sobre nuestro presente como sociedad, pues justamente esto será lo que fortalezca sus propósitos y su planes. Abrigo la esperanza por que puedan enaltecer eso que intentamos compartir con ustedes “… [la importancia, necesidad y pertinencia actual de] una educación ciudadana … [que se a desarrolle] a la par de un modelo de democracia inclusivo y participativo que fortalezca las instituciones, asuma la lucha contra la impunidad, exclusión, pobreza e inequidad social, y defienda los derechos humanos en su visión integral”, lo cual no es sino una de las razones que justifica la existencia de este Diploma. (Diploma de perfeccionamiento Participación social y construcción de ciudadanía, Justificación, s/f, p. 1).
Tengo la certeza de que la sensibilidad social que los caracteriza les permita ser actores sociales comprometidos con lo que nos pasa como país, con suficiente juicio crítico para defender ideales que hoy resultan tan caros. Tengo la fe de que siempre intentarán hacerlo con excelencia, esa que nos afanamos tanto por exigirles, saben que con ello estarán honrando a la Universidad Central de Venezuela, esta casa de estudios que creyó en ustedes, que les abrió sus aulas y les dio la oportunidad de esta formación.
Mi deseos es que tengan buenos tiempos y que con su participación y práctica ciudadana puedan ayudar a construirlos mejores.
Gracias!!!
Palabras de la Profesora Karen Cronck:
Profesora Fabiola Vethencourt, coordinadora académica de la Facultad de Humanidades y Educación
Profesor Vidal Sáez director, de postgrado de la Facultad de Humanidades y Educación
Profesora Laura Hernández, coordinadora administrativa de postgrado de la Facultad de Humanidades y Educación
Profesora Mireya Lozada, coordinadora del Diploma de perfeccionamiento Participación social y construcción de ciudadanía.
Profesores y Profesoras.
Graduandos
Señores y Señoras,
Es un enorme placer poder saludarlos en este día tan especial, es un motivo de júbilo en muchos sentidos. Es un día para celebrar logros, para mirarnos todos con orgullo merecido y sin disimulos, y decir entre nosotros: “bien hecho”.
Quisiera hablar un poco sobre la experiencia del Diploma, claro, desde mi perspectiva personal como participante y aprendiz. Porque ha sido para todos y todas una experiencia de crecimiento.
Fue una idea de la Dra. Mireya Lozada. Ella planteo la posibilidad de iniciar un Diploma y administró casi todo su desarrollo. Sin embargo, todos y todas los profesores en el postgrado contribuimos, desde el podio y desde la elaboración de proyectos de intervención psicosocial para poner a prueba uno de los fundamentos principales del proyecto: lo social es diverso y emergente, pero también se trata de una responsabilidad donde la participación sea no sólo un objetivo social, sino un ideal de convivencia que se puede enseñar y cultivar.
La participación no excluye: es absurdo proponer que ella puede ocurrir entre quienes comparten ya una misma visión del mundo. La expresión y práctica de este ideal y meta de convivencia requieren diversidad para realizarse, porque sin esta condición previa sólo se trata de la repetición banal de un ritual superficial.
Quisiera hablar de las circunstancias de la primera promoción del Diploma: en una situación de polarización política y social se atrevió a juntar actores comprometidos con causas distintas y en pugna para hablar de democracia, compromiso y tolerancia. Los primeros encuentros no fueron fáciles, y nuestra tarea inicial era justamente darnos cuenta que todos nuestros interlocutores tenían algo valioso que decir y razones para pensar de su manera particular.
Sin este primer acercamiento al otro, el diálogo no hubiera sido posible. Aprendimos a escuchar al Otro, enterarnos de lo que tal vez no queríamos oír, y aceptar que el mundo es más complicado que un solo credo político. De allí pudimos avanzar a darnos cuenta que compartimos mucho, que las separaciones políticas no eran tan impermeables como habíamos pensado. En los proyectos de intervención pudimos percatarnos, por ejemplo, que el problema de personas en situación de calle y de las personas con necesidades educativas especiales, no formulan sus necesidades inevitablemente según nuestras ideologías preestablecidas, sino de acuerdo a sus propias realidades emergentes y cambiantes. Comenzamos a escuchar antes de dictar remedios a los trastornos sociales.
Pudimos no sólo confrontar realidades, sino llegar a veces (aunque no siempre) a acuerdos prácticos sobre posibles soluciones sociales con las personas involucradas en programas de cambio social. Por ejemplo, pudimos detectar la necesidad de problematizar el uso de la coerción entre miembros de las fuerzas de orden en Chacao con respecto a las personas en situación de calle, aunque todavía no hemos podido realizar este proyecto. Se trata de un proyecto de intervención que puede continuar en el tiempo y al mismo tiempo servir propósitos didácticos y sociales.
Algunas intervenciones tuvieron metas más personales e individuales. En un albergue de la Fundación Negra Hipólita también logramos el año pasado cambios entre algunas mujeres con respecto a ciertos patrones insatisfactorios de interacción familial. Este proyecto también continua.
El diploma ya cumple dos promociones. Entre estas dos experiencias en aula hemos podido escuchar notables pensadores de la Universidad Central como la Profesora Gabriela Guerón, el Dr. Luiz Sanz, el Profesor Arnaldo Esté, el Dr. Euclides Sánchez, la Profesora Leonor Mora y la Profesora Inés Quintero para nombrar algunos de los invitados.
Uno de nuestros logros importantes ha sido poder formar nuevas amistades. De este grupo que se reúne hoy llevaré recuerdos gratos de intercambio y afecto; haber conocido a Ana, Cinthia, Jazmín, Maiggrett, Marcela, Marianella, Wilmen y Yilexi ha enriquecido mi experiencia universitaria. Les deseo suerte y sé que tendrán éxito en lo que emprenden en el futuro. Sé que hablo en nombre de todas las autoridades universitarias y profesores cuando les felicito por sus logros.
